Cuando
pensamos en la intervención de las TIC´s en la educación, inmediatamente
pensamos en cuánto aportan a la mejora de la educación. Pero pensándolo
bien, tendría que decir: “depende”. La computadora es una máquina para
escribir, dibujar, calcular, buscar
información, entretenerse y comunicarse; y además, ofrece la
posibilidad de integrar todas estas acciones. Sin embargo, no es el equipo
el que agrega o aporta opciones nuevas a la educación, sino su uso. Esta
no es una distinción banal, porque la computadora y el internet se pueden
utilizar para seguir reproduciendo las peores prácticas escolares. Sirven
para copiar y pegar textos y entregarlos al maestro como propios, o para
resolver cuestionarios de opción múltiple. Pero también la computadora y la
conectividad sirven para investigar, analizar, colaborar, diseñar, animar
e integrar representaciones multimodales de conocimientos y significados.
Cuando se explotan sus propiedades, son poderosas herramientas para
pensar, para intercambiar ideas, para ratificar o rectificar hipótesis,
para colaborar, para diseñar productos culturales como
infográficos, videos, y podcasts; y para conocer diseños hechos por otros.
Al
diferenciar entre la distribución de los equipos y la actividad que se
realiza con ellos se pone el énfasis en distintos aspectos de la
incorporación de las TIC a la educación: la disponibilidad de dispositivos
o el acceso a las prácticas digitales. Las máquinas y la conectividad son
herramientas poderosas y potencialmente útiles para renovar diferentes
aspectos de la educación, pero el solo hecho de ponerlas en la escuela, no
garantiza ninguna transformación del quehacer educativo. Tal es el caso de
Finlandia, cuyo sistema educativo es el mejor del mundo, pero carece del uso de
las TIC´s; también vemos el caso de Cuba, cuya educación siempre ha sobresalido
en Latinoamérica y el Caribe.
La
tecnología puede contribuir a mejorar la educación si su uso se
contextualiza en una refundación de las relaciones institucionales y la
transformación de la práctica docente, los propósitos educativos, los
planteamientos pedagógicos y las propuestas didácticas. La organización de
actividades de aprendizaje orientadas hacia el intercambio de ideas, la
construcción de conocimiento, la apropiación de prácticas sociales, la
colaboración y la producción de diferentes formas de representación, solo
son posibles con profesores que las sepan diseñar y llevarlas a la
práctica. Lo que va a mejorar la educación es una comprensión profunda de
sus problemas, la construcción de alternativas para resolverlas, y de
propuestas cuidadosamente construidas, probadas y diseminadas. No hay
computadora que haga eso. Definitivamente, podemos tener una excelente educación
sin TIC´s, pero su éxito radica en el uso que le puedan dar los docentes